viernes, 4 de diciembre de 2015

Onírica en Invierno


Onírica en Invierno.


Todo es oscuro, despierto triste porque no estás tú, porque no puedo sentirte, siento como el tiempo se deshace en mis manos como aquel cuadro de Dalí de cuyo nombre no recuerdo. Prometo amarte todos los días, prometo quererte hasta que caiga la última estrella, hasta que el Sol se oscurezca y las nubes se disipen.
Quisiera amarte, quisiera recordarte pero no puedo, ya es tarde, vete por donde has venido, porque prometo que te amaré, sí, pero en la distancia, allá donde estén tus ilusiones de primavera, allá donde tu sombra viaje por los confines de tu subconsciente.

Tengo un sueño, vienes a mí, me besas, pero no siento nada por ti, tu amor es vacuo, sin sentimiento. Cúlpame por los intentos de entender tu amor, y que más da que diga que lo tuyo no es amor, qué más da que me beses mil veces si una de cien siento algo.

Tengo dos opciones: volar, allá por donde mi razón entienda o explotar por dentro, hasta que mi vida se consuma poco a poco como el cirio de una abandonada capilla.
Qué desengaño, era tu palabra contra la mía y ya no podemos hacer nada, vete de aquí y busca a otro porque no me arrepiento, nunca lo haré y haz saber al mundo que yo soy el malo de la película, que yo tengo la maldad pero por mucho que digas algo, me amarás, me querrás.

Qué triste desilusión, que engaño más grande. Primero flores luego un martirio. Nunca alguien fue algo tan dulce y al mismo tiempo un brujo del amor. Por eso vete, fuera de mi vida y adiós para siempre.
Éramos distintos, tú utilizabas la mano para convencer, yo la palabra. Por eso no toleraré más. Adiós al amor engañado, adiós a esas ilusiones que tenías conmigo.

El sueño se acaba, las ilusiones de primavera vuelven: veo una luz blanca ¿será que estoy en el cielo? o acaso me estoy despertando. Un sueño eterno, un sueño en una mañana de un triste invierno.

viernes, 28 de agosto de 2015

Hablemos de la vida


Hablemos de la vida.




Muchas veces la vida nos cansa y se nos hace aburrida en nuestro día a día. Otras veces la vida es fácil, sin complicaciones y llena de alegría. Todos los días nos levantamos, hacemos nuestros rituales diarios y nos acostamos, día tras otros ves como te desgastas, como las arenas del tiempo te absorben por un agujero negro del que nunca podrás salir. Pero piensa y recapacita que tú tienes la solución para que todo esto no pase, para que tu puedas ser feliz en la vida. A veces la felicidad está sobrevalorada, mientras que unos se quejan por ser felices otros ríen al ser desdichados para toda su vida. ¿Sobrevaloramos el amor y otras facetas de la vida? o simplemente, somos pura ficción en un mundo lleno de realidades. Vive la vida, disfruta de cada segundo, dile adiós a las preocupaciones, monta una fiesta en tus sentimientos y si todo esto falla, dile al poeta de tu alma que componga una prosa para ti para que puedas alegrarte.

Sé fuerte, vive a lo grande y nunca jamás llores, porque esas lágrimas son las que después recordarás en la tempestad de tu corazón. Mucha gente te querrá, mucha gente hablará bien de ti, para qué preocuparse, haz un himno de tu vida y grítalo a los cuatro vientos mientras esa persona llega poco a poco a los rincones más oscuros de tu corazón.

Sé fuerte, amigo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Era una flor


Era una flor



No recuerdo haber visto ojos tan lindos desde aquella vez en el que me enamoré por última vez, sus labios, eran pura perfección poética que recorrían hasta sus mejillas, tersas y sonrojadas. Su mirada parecía la de un lince apunto de cazar una pieza de gran tamaño. No recuerdo los días que podía estar pasando viendo su foto, acariciándola suavemente por su pelo del color de la plata fina. Recuerdo aquellos días en los que enamorado como un quinciañero vivía por él, mi vida giraba en torno a esa figura misteriosa que sólo había conocido de vista y que jamás podría dirigirme en persona. William se llamaba, más conocido como el Soldado de los Mares del Norte, siempre viajaba en busca de fama y fortuna por todo el Mar del Norte, desde Edimburgo hasta las Orcadas y jamás me hacía el vacío ante una mirada fogosa y ardiente que se dirigía por todo su esbelto cuerpo hasta llegar a su cara de ángel que lentamente me poseía de deseo y pasión.

Corría el año 1643 en la ciudad de Edimburgo perteneciente a la Liga Hanséatica. Eran tiempo felices, yo era un próspero mercader de telas preciosas y joyas que viajaba por toda la ruta comercial de Edimburgo a Lübeck, pasando por Londres, Brujas y Alborg. Recorríamos en nuestra pequeña nao San Jorge Clemente todos los meses los cargamentos que nos llegaban desde nuestro puesto comercial en Edimburgo. Cuando estaba en la cantina de regreso a un viaje, siempre le venía bajando de su balandro con alguna nueva joya, nos mirábamos a los ojos con fogosidad y pasaba al lado mía con disimulo pero yo sabía que me seguía el rostro por el rabillo del ojo.

A cosa de una semana que el sentó delante mía, sin faltarme la mirada, con los ojos quietos en mis pupilas del color azul cielo pidiendo un trago de vino, me preguntó que qué hacía, dónde vivía y por qué estaba aquí, le comenté que era uno de los pocos comerciantes que quedaban de la ruta de la seda y que había acabado una ruta desde ese puerto hasta Lübeck pasando por las ciudades antes mencionadas. Él me sonrió y me preguntó que si estaba dispuesto a hacer un trato comercial con él, era sencillo: Me vendía dos fardos de oro a cambio de uno de rubíes. En un principio me extrañó tal trato ya que salía él perjudicado pero acepté y cuando apreté su mano, sentí calor y en ese momento me sonrió y me dijo que estaríamos en contacto dándome su dirección y yo dando la mía muy gustosamente.

Pasaron tres días hablando todas las tardes en la cantina del puerto de la guerra, el comercio y el precio de las cosas hasta que surgió ese incipiente silencio interrumpido por los demás marines borrachos y las gaviotas del puerto. Salió el tema del amor de improviso y mi corazón cada vez latía con más fuerza, éramos jóvenes teníamos una vida por delante pero no comentó nada de una bella dama a la espera ni siquiera mencionó el tema de mujeres, tampoco hacía caso a las prostitutas que se acercaban a las mesas a por algo de dinero a cambio de un rato de morbosidad, yo tampoco, mi conversación sólo iba dirijida a él y cada vez con más intensidad y más fervor hablabámos de nuestras relaciones románticas en el pasado que habían sido en balde para ambos.

A la noche siguiente se acercó a mi casa y le invité a pasar hablando de nuestro acuerdo comercial: estaba dispuesto a aumentar en un fardo más la oferta pero rehusé cariñosamente debido a que le tenía aprecio y me había enamorado locamente por él. Cuando acabamos el tema de lo comercial volvimos al tema del amor hasta que me cogió de una mano y me la besó, mi cuerpo entró en trance, mi corazón se paró y hubo un silencio que sólo pude responder con un beso apasionado en sus tersas mejillas sabor a canela y cilantro. Sus besos se dirigieron esta vez por el cuello, tocando con las manos los botones de mi camisa, arrancándolos lentamente. Nos dirigimos a mi habitación, allí se estaba más cómodo, lentamente nos fuimos quitando la ropa y todo se hizo eterno bajo la luz de una vela. Hicimos el amor, lentamente, con disimulo de que no se nos escapara nada. La luz se consumió y llegamos al clímax de la situación ese momento en el que los dos cuerpos se unen para siempre, ese momento en el que se escapan gemidos de ternura y pasión entre las sábanas sudadas y revueltas.

Fue un momento mágico, le confesé mi amor eterno, la causa de mi vida iba por él y no podía sino reclinarme al amor puro y verdadero que tenía con él. Entre gemidos de alivio me contó que mañana navegaría la zona de Scarbought en busca de piratas al servicio de la corona inglesa. Y le dije que volviera, aunque nuestro amor fuera prohibido a la vista de la gente yo le amaba y eso es lo que más importaba como él me amaba a mí.

A la mañana siguiente partió no sin antes darme un clavel rojo de bellas flores con un guardapelo  de uno de sus mechones del color de la plata que yo comerciaba. Partió y nunca supe más de él, busqué toda mi fortuna en encontrarle hasta llegar al punto que me arruiné empeñé todo lo que tenía en encontrarle hasta que me llegaron noticias de que su barco fue hundido por el temible corsario Adam Locke y que descansaba en las aguas del norte, donde el siempre quiso estar.

Ahora que tengo 67 años y que ya me queda poco en este mundo comprendí que el destino lo quiso así y que la culpa no fue mía por no dejarle marchar. Tampoco fue de él, yo siempre le amé y me quedó como recuerdo de lo que se avecinaba el guardapelo y el clavel rojo que guardo seco en uno de mis libros. Siempre pienso todas las mañanas que ya me queda poco para estar con él por siempre. Era una flor preciosa.

martes, 7 de julio de 2015

Lágrimas sabor a pimienta


Lágrimas sabor a pimienta


Te escucho por los rincones de mi corazón y tú te alejas, como aquel pajarito que nunca volvió, como aquella sombra que jamás encontré. Día aciago se cierne sobre mi mente y yo busco soledad en ti pero tú me rechazas con simples monosílabos de indiferencia. Palabras vacías que inundan los recovecos de mi alma. Recuerdo las ilusiones de primavera, aquellas que felizmente murieron y ya existen, recuerdo también las palabras que me dirigías hacia mí, que ya no pronuncias. Día triste para mí, días tristes para aquel pajarito que voló, voló alto y nunca más apareció.

Bésame, siente el contacto de mi piel, ámame como si fuera el primer día, pero por favor, no me dejes nunca ir, porque te quiero y jamás tendré capacidad suficiente para decir lo que significa esa palabra. Tengo el corazón destrozado y en verdad no importa si lo tengo destrozado pero a tu lado. A veces las personas sueltan lágrimas sabor a pimienta, pequeñas desesperaciones diluidas en agua que se deslizan lentamente sobre las mejillas de ti, de mí, de todas las personas. Pajarito que te fuistes y que ya nunca volverás, dime si tus lágrimas son sabor a pimienta o canela, pajarito que te fuiste, dime si allá donde estás eres feliz y me recuerdas aún cuando el sol de medianoche se deslice por tus ojos.

Te alejas poco a poco y no siento tus abrazos, te olvidas poco a poco de mí y siento como mi alma se resquebraja en pedacitos de piel que recojo por si algún día vuelves a por mí pensando en que nunca me olvidarás. Adiós hasta entonces mi amor, intenta recordar los buenos momentos, intenta recordar aquella vez que te dije te quiero, aquella vez que nos reíamos por todo, adiós por un rato y recuerda, todas las cosas crecen con amor y dedicación, ese es el regalo que te puedo dar como despedida de hasta entonces,: mi sabiduría y experiencia a lo largo de unos cuantos años de decicación a personas que luego no me han sido correspondidas debidamente.

Sueña el pajarito con el sol de medianoche deslizándose sobre sus ojos aún cuando el sol se ha oscurecido y ha muerto de dolor.

Hasta un entonces que pronto llegará.

Te ama: Aquel de las ilusiones de primavera perdidas.

martes, 14 de abril de 2015

Danza de Amor.

Me seduces con tu mirada hipnótica abriéndote paso por entre mi cuerpo. Me susurras, me hablas quieto al oído y tus palabras son para mí como una dulce melodía que se introduce en mi psique, golpeando lentamente cada palabra, hundiéndose en mi memoria aquellos recuerdos vivos de ti y de tu mente.

Caricias tiernas son las que me das, dulces susurros y pequeñas risotadas que despiertan mi alma y aturullan mi mente. Lentamente te desplazas por mi boca y me besas dulcemente como si de un ángel venido a la Tierra fueras. Como dos espectros en mitad de la luna llena, nos amamos, nos queremos, inmortalizamos este momento clavando suavemente los labios en nuestras bocas, con sutileza, con alegría y amor me dices que me amas y yo permanezco inmóvil esperando a que corresponderte.

Besos que pululan por mi cama, dulces melodías y aullidos que se espacian por el tiempo y el espacio y ahí estás tú; tan dulce, tan amable ante mí, tan inexorable. Recorres todo mi cuerpo y me observas plácidamente como el alma se une y susurra quedo ante nosotros dos: Te quiero.

Es una danza, un frenesí de alegría y memoria que se desplaza por el aire de nuestros dos cuerpos, amándonos constantemente mientras aquellas ilusiones de primavera se volatilizan, se queman por la pasión y la curiosidad.

Danza inmortal la del amor en el que cada persona sabe inmortalizar, apostar bien sus cartas mientras los besos y las caricias van a más y se despiden como la luz de alba, como aquella estrella que ya nunca más brilló, como los pensamientos de un muerto; se fue y se esfumó y sólo da paso a la ternura entre dos seres vergonzosos que se querían y ahora se aman mutuamente.

Se abre un claro, y ahora es la luna la que visualiza toda aquella escena, tierna y cariñosamente, extiende uno de sus brazos y arropa a la pareja de amantes. Con delicadeza, llama a las estrellas, a los astros y al sol, llama a las constelaciones y a la Vía Láctea y con presteza acuden todos. La luna con sus mejores cráteres maquillados y relucientes, el sol con su mejor sonrisa para iluminar tal evento, los astros con sus mejores colores y las estrellas, las estrellas con sus hijos que son las estrellas fugaces para que se vislumbre el poder de la natura.

Y así es como la luna, las estrellas y el Sol hicieron una bonita estampa con la pareja de amantes, así es como la pareja de amantes pudo casarse ante los ojos de Madre Naturaleza.



jueves, 12 de febrero de 2015

Adiós.

Mi alma está despojada de todo ser y aquí me encuentro en medio de la soledad más infinita al lado de tus últimos recuerdos e ilusiones de primavera. Al lado de tu alma envejecida.


Olas irrompibles de aquel oscuro acantilado, decirme si he muerto, olas irrompibles de la mar bravía, decirme qué ha pasado con mi vida, un lapso, un transcurso a la muerte.


En este día funesto yo aclamo a las almas inocentes y oscuras que se acerquen a mi vera y contemos nuestras penas, alegrías para mucho, tristezas para nosotros.
Oh oscuridad incierta que bramas en las noches más nefastas, oh debilidad extremis que matas lentamente a todas las personas, que corrompes por dentro y estallas, decidme que está pasando...¿estoy en mi cuerpo? es una luz indivisible que recorre toda mi alma y que me afecta a todas las entrañas, me las explota, me las revienta, me las mata.


No puedo más, cada centímetro de mi piel esta corrompiéndose, transformándose en un oscuro tejido que me lleva al éxtasis, al paraíso de los fracasos, ayuda, pido ayuda y clemencia a todas las personas que me encuentre porque he muerto, mi alma ha muerto, mi alma ya no recorrerá cada palmo de tu piel, ni tampoco vivirá para contarlo, mi alma yace en un oscuro y eterno paraíso donde van a parar todas las almas rotas, donde yacen todas esperanzas y ilusiones que quedaron atrás en el pasado y que ahora vagan, vagan por un eterno desierto de conjeturas y maldades, vagan por los mares de la incertidumbre y de las fantasías funestas, allá en el pulso cada vez más yacente de tu corazón.


Ahora soy un muerto viviente, ahora no tengo más equipaje que un simple corazón envejecido y una alma muerta que jamás nos encontraremos. Porque es ahora donde mi camino se hace tortuoso y donde la vida una vez más es un continuo bache de emociones sobresaltados porque mis sentimientos murieron y mis cicatricen cada vez se abren más causando ríos de sangre por ellas.


Hasta luego alma mía aquí me despido con mi último réquiem de desamor, aquí me despido con mi última lágrima que dejaré sobre tu tumba de piedras, aquí será el último adiós donde podré confesarte todo el aprecio que tenía y que sentí por ti. Adiós alma mía y acuérdate allá donde tú estés de la ilusiones de primavera que tanto nos gustaron a ti y a mí.

Adiós por siempre, descansa.



viernes, 2 de enero de 2015

Despierta, Alma.



Pensaremos ahora en la vida....Un vergel de posibilidades en un gran jardín esperanzador, algunos sueñan con ser reyes, otros con ser príncipes de un gran reino pero ¿Y las personas que sólo piensan con ser  panaderos, agricultores o pajes de ese reino? Nunca hemos pensado en sus capacidades o cualidades y las desechamos como si de papel sucio y estropeado fuera, es más, hay veces que nos apartamos cuando les vemos, como si de alguna maldición se tratara.

Cuando la vida no nos sonría a veces, tenemos que buscar otras posibilidades de supervivencia porque la vida no se va a parar cuando nosotros nos aburramos y digamos: "Quiero empezar de nuevo, con nuevas posibilidades y con nuevas esperanzas porque con estas no me va bien o no voy bien encaminado". Pues bien te diré una cosa: Si en algún momento de tu vida pasada o presente tu vida "deja de funcionar" tu vida ya no tiene sentido, busca en tu interior, despierta a tu alma dormida y cambia de horizontes pero jamás, jamás; te quedes parado, pues la vida no te esperará y poco a poco verás como tus seres queridos avanzan hacia delante mientras tú, te quedas en un páramo desierto y sin esperanzas.

Hasta aquí bien pero, las personas que se suicidan, ¿valoran la vida? ¿viven en el mundo de la realidad o se atascan en sí mismos creándose un mundo de pena y dolor? La respuesta es sencilla, hace tiempo que ellos renunciaron a seguir adelante y se sienten tan solos y tan apenados que se quitan la vida ellos mismos, cometen su pequeño atentado y luego...ya no son nada más que una mera placa en un cementerio y un vago pensamiento de como era en su vida pasada en las mentes de sus más allegados.

Vemos a los suicidas en esta sociedad en la que vivimos como personas sin alma, fríos e incondicionales pero no es que sean fríos, es que no ven otra salida que hacerse personas frías para poder cargar con su corto pero intenso dolor en su pequeña travesía por la vida.

Yo no sé como la veréis pero yo la veo como un simple recorrido, una línea en el tiempo en donde existen sucesos predestinados, que van coincidiendo conforme pasamos la línea y un día "pum" desaparecemos y la línea se reduce a la típica frase "RIP".

Por supuesto que hay líneas más cortas y otras más largas y por supuesto que el día menos pensado esa línea desaparecerá de nuestro ojos para siempre y nuestro sol interior, se apagará y dejará de emitir latidos. Pero levantémonos, hagamos de nuestra corta o larga vida un pozo de deseos, no nos atrasemos y por supuesto, nunca, nos paremos en seco por muy mal que nos vaya o por mucho que nuestro sol interior se nos apague: JAMÁS te pares, sigue y avanza y lucha con la vida, nunca contra ella.

Porque yo me paré en la vida, pero seguí adelante. Mucha gente no lo ha hecho y ya no existen en el mundo de los vivos.
No seas una de ellas y sigue adelante.
Despierta tu alma.
Se feliz.

Besos.